Me despierto por la mañana, tropezando con mi vida. No obtendré amor sin sacrificio. Si algo debe pasar, yo deseo que sea bueno Que sea un poco de cielo, pero también un poco de infierno. Esta es la historia más dura que he contado, sin esperanza, sin amor, sin gloria, los finales felices vendrán para siempre me siento como si estuviera perdiendo y es que, en realidad, estoy perdiendo.
Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí de que nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas, aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad, desde aquel día ya no duermo para descansar; ahora simplemente duermo para soñar.
¿Cuántos de nosotros evitamos ver como las cosas importantes de nuestra vida desaparecen de un momento a otro? No me refiero a las personas si no también a nuestros ideales y sueños: podemos resistir un dia, una semana, algunos años pero estamos condenados a perder. Nuestro cuerpo sigue vivo pero tarde o temprano el alma acaba recibiendo un golpe mortal. Un crimen perfecto, no sabemos quien asesinó nuestra alegría, que motivos lo provocaron ni donde están los culpables.
Ya que no podes escaparte del mundo, elegís tu segunda opción, ocultarte de él. Evitar que miradas ajenas envenen un poco mas tu historia, intentas no demostrar la tristeza tan particular que tu alma sobrelleva, las presiones de tu realidad, las debilidades de tu pasado, tantas cosas para sumarle a tu infeliz corazón, a tu amargo momento de desesperación. Aún así, amore mío, seguí con tu vida que te queda aire por respirar, amores por odiar, sonrisas y lagrimas que desdibujar y sobretodo un destino que terminar. Te queda tiempo y mucho mas por redescubrir en vos.
Despertas mi lado asesino, inventas el odio en partes de mi donde todavía no reinaba ese sentimiento oscuro. Te odio como me odio a mi. Me llenas de rencor y asco. Me convertís en alguien que detesto y haces que reviva en mi interior a diario solo con verte. Tu presencia, tus palabras, tu existencia siempre desequilibro todo en mi mundo porque sencillamente no perteneces a él y ocupas un lugar que no te corresponde. Tu ego me asfixia, no logras manipular tus mentiras para que yo las crea. Tus verdades son simples ante mis ojos, puedo verlas. Te conozco. Te desprecio y sos la única persona que se merece conocer el infierno que vivo, me gustaría atraparte y ver como te quemas lentamente. Ahora nombras el papel que no sabes representar. Vos que lloras cada vez que me ves cerca de la muerte. Vos que sabes que tenes culpas y perdones silenciados conmigo. Vos ahora golpeas mis días. Vos hoy me matas mas, hoy pisas mi realidad. Quiero que te vayas, quiero tu abandono. Nadie te necesita como nadie me necesita a mi pero no quiero desgastarme en tus defectos, quiero verte lejos. A una distancia donde la vergüenza no se respire. No soporto compartir detalles con vos. No te quiero y espero que sea suficiente para que te consumas vos misma y logres que no te vea mas. No conoces la soledad, no conoces la realidad de mierda que provocas en mí. No valoras la dulzura de un amor que siempre estuvo para vos. Quien sos? NADIE! Sos nada en el mundo y sin embargo tenes mas que yo. Pero no me tenes a mi. No te confundas, no adornes el infierno. Se agotaron tus personajes, perdiste el control y quedaste sin caretas. Me contas el tiempo, intentas verme frágil para recargarte de autoridad pero sabes bien que no logras nada en mi, mi mirada te lo dijo a gritos “TE DETESTO” y eso basta para que sientas la presión de mi presencia.
Todo esto no me afecta, me molesta. Es innecesario, es incomprensible.
Desde ya muchas gracias,
TU HIJA