¿Cuántos de nosotros evitamos ver como las cosas importantes de nuestra vida desaparecen de un momento a otro? No me refiero a las personas si no también a nuestros ideales y sueños: podemos resistir un dia, una semana, algunos años pero estamos condenados a perder. Nuestro cuerpo sigue vivo pero tarde o temprano el alma acaba recibiendo un golpe mortal. Un crimen perfecto, no sabemos quien asesinó nuestra alegría, que motivos lo provocaron ni donde están los culpables.