Ya que no podes escaparte del mundo, elegís tu segunda opción, ocultarte de él. Evitar que miradas ajenas envenen un poco mas tu historia, intentas no demostrar la tristeza tan particular que tu alma sobrelleva, las presiones de tu realidad, las debilidades de tu pasado, tantas cosas para sumarle a tu infeliz corazón, a tu amargo momento de desesperación. Aún así, amore mío, seguí con tu vida que te queda aire por respirar, amores por odiar, sonrisas y lagrimas que desdibujar y sobretodo un destino que terminar. Te queda tiempo y mucho mas por redescubrir en vos.